Dentro de la fábrica de guerra de Putin: adolescentes rusos ensamblan drones kamikaze para la guerra

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha aumentado la producción de armas del país para su uso en la guerra contra Ucrania. En imágenes de la planta de Yelabuga tomadas por la cadena de televisión del Ministerio de Defensa ruso, estudiantes y personal aparecen fila tras fila en la línea de producción de la fábrica que produce drones Gran-2 de color negro, la versión rusa del Shahed 136 iraní.

Los adolescentes de tan solo 15 años y que hayan terminado el noveno grado son invitados a trabajar en la fábrica, y la mayoría de ellos provienen de la escuela técnica cercana, informó el periódico británico 'The Telegraph'.

"Si miras a todos lados, ves a jóvenes trabajando", explica el vídeo. Y la cámara también muestra a decenas de adolescentes fabricando piezas para drones y trabajando detrás de ordenadores en el Parnour Hall de la fábrica.

   
Los aviones teledirigidos testigos se han convertido en herramientas clave en los planes de Vladímir Putin de bombardear ciudades ucranianas, desmoralizar a las Fuerzas Armadas e intimidar a la población civil.

  
Al mismo tiempo, el Kremlin dijo el domingo que la prioridad de Rusia era lograr sus objetivos en la guerra antes de firmar cualquier acuerdo de paz con Ucrania. Esto se produce cuando Donald Trump ha dado a Moscú 50 días para aceptar un alto el fuego y, de lo contrario, impondría fuertes sanciones contra Rusia.

 
Los funcionarios de Defensa europeos creen que, a medida que aumente la producción, Rusia planea desplegar miles de drones Shahed baratos todas las noches para atacar Ucrania. El color negro de los modelos rusos de estos drones también indica que cada vez se presta más atención a las incursiones nocturnas.

 
En otro vídeo publicado el domingo, los drones son lanzados desde la parte trasera de furgonetas Dodge estadounidenses, en lo que parece ser una violación de las sanciones estadounidenses.

 
Las imágenes publicadas por la televisión del Ministerio de Defensa ruso hacen hincapié en la producción nacional de estos drones suicidas y muestran las distintas etapas de la producción, como talleres de fundición, herrería, terminales de ensamblaje e instalaciones de prueba.

El vídeo también decía que el presidente Putin, durante su visita a la planta de Yelabuga, propuso que se repitiera ese modelo en todo el país, con el objetivo de reducir la dependencia de Rusia de las importaciones. Según las estimaciones, Rusia ahora produce más de 5.000 drones de largo alcance al mes, y solo en la primera mitad de 2025, hasta 18.000 de ellos fueron construidos en la planta de Yelabuga.

Según un centro de estudios afiliado al Kremlin, la producción de drones aumentó un casi un 17% en mayo. Rusia ataca a Ucrania con más de 500 vehículos aéreos no tripulados y misiles cada noche, y los analistas creen que la capacidad de Moscú para atacar Ucrania pronto podría ascender a 1.000 vehículos aéreos no tripulados y misiles al día.

 
Rusia llevó a cabo el ataque más extenso contra el país el 9 de julio, con el lanzamiento de 741 misiles y aviones no tripulados contra ciudades y regiones de Ucrania. Vladímir Putin espera que, con ataques repetidos, pueda erosionar la moral colectiva del pueblo ucraniano, analizar los sistemas de defensa de Kiev y socavar la voluntad de Occidente de seguir apoyando a Ucrania.

 
Una guerra de coste asimétrico
Estos drones son relativamente baratos, cada uno cuesta entre 35 y 50 dólares (entre 30 y 43 euros). Al mismo tiempo, los sistemas de defensa aérea de Ucrania, suministrados por Occidente, son muy caros. Cada misil Patriot utilizado para interceptar lanzadores rusos, por ejemplo, tiene un precio de unos 5,5 millones de dólares (unos 4,7 millones de euros).

Christian Freuding, un alto oficial alemán, advirtió esta semana que Ucrania y sus aliados deben ampliar las medidas defensivas a un costo de entre 2.000 y 4.000 dólares (entre 1.700 y 3.400 euros) por unidad para que las defensas sean rentables contra los ataques rusos generalizados.

Según Freuding, Rusia está intentando adquirir la capacidad de lanzar 2.000 drones cada noche, lo que representaría un gran desafío para los sistemas de defensa ucranianos. La instalación de Yelabuga se estableció en 2023 en la Zona Económica Especial de Alabuga, cerca de la ciudad de Kazán. Se encuentra a orillas del río Kama y el río está conectado con el mar Caspio a través del río Volga.

Como resultado, Rusia podría importar la tecnología de drones kamikaze directamente de Irán si fuera necesario. El dron Gran-2 tiene una longitud de 3,5 metros, pesa unos 200 kilogramos y tiene una ojiva de 50 kilogramos. Puede atacar objetivos a una velocidad de 300 kilómetros por hora.