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¿Puedo erradicar la sarna bovina de mi campo?

El MV Olegario Prieto explica cómo prevenir la enfermedad y por qué vuelve a aparecer en establecimientos que ya la habían controlado. La importancia de aprovechar el ciclo de vida del parásito para realizar tratamientos certeros.

campo03/05/2025pregonandopregonando
vaca bañandose
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“Aún con productos eficaces, un manejo deficiente impide eliminarlo por completo”, advierte.
 
 Olegario Prieto.
El MV Olegario Prieto, consultor en sarna bovina, abordó la antiquísima problemática de la sarna bovina, mal que reapareció en los últimos años en el centro-sur del país. En un reciente webinar, organizado por el laboratorio Vetanco, explicó cuáles son los puntos críticos que debe tener en cuenta el productor para preservar el bienestar animal y evitar pérdidas de kilos de carne.Olegario-Prieto

“Hay pocos países ganaderos en el mundo que tienen sarna y la Argentina está entre ellos. Sin embargo, a nivel de unidad productiva, en un campo de cría, de recría y en un feedlot, se puede erradicar. El conocimiento está disponible”, aseguró Prieto.

¿Por qué reapareció? “Hasta los años ‘80 usábamos baños antisárnicos, pero luego cayeron en desuso. Cuando aparecieron los inyectables, la ivermectina, era mucho más práctico controlar los parásitos. No podíamos creer que una inyección de 4 mm en un animal de 200 kilos pudiera curar los parásitos internos, la sarna, la garrapata y los piojos chupadores, entre otros. Fue un antes y un después, con su adopción masiva se abandonaron los bañaderos”, recordó.

   
¿Y qué está pasando hoy en día? “La misma molécula se viene usando desde hace 40 años y los parásitos internos se volvieron resistentes, entonces se reemplazó por otras sin actividad antisárnica. Así, al utilizarse menos ivermectina en el rodeo nacional, la sarna encontró un ambiente favorable para expresarse. Eso desenmascaró que nunca fue erradicada, había quedado refugiada en algunos animales”, explicó.  

Qué aprendimos estos años  

 La sarna puede afectar a todas las actividades ganaderas, aunque prolifera más rápidamente en los sistemas intensivos donde los animales están más cerca unos de otros y hay condiciones más favorables para el contagio.

Sin embargo, dada su limitada aparición en las últimas décadas, no se han generado investigaciones en el país.

Un estudio publicado en 1962 por James Tobin en Journal of the American Veterinary, muestra resultados significativos. En un feedlot de los Estados Unidos se midió durante seis semanas el consumo de 23.200 cabezas que ingresaron con parásitos de sarna, aunque sin manifestaciones clínicas. Habitualmente consumían 13,5 kilos de materia seca y, cuando aparecieron los síntomas, en la segunda semana, ese parámetro cayó 21% mientras la ganancia diaria disminuyó 240 gramos por cabeza.

“Estas son cifras conservadoras frente a las que se estiman si comparan animales enfermos de sarna (como los del ensayo) contra otros que no padecen el mal”, aclaró Prieto.

   
En tal sentido, a nivel local, los M.V. César Fiel y Pedro Steffan, en una publicación del año pasado, hablan de 40 a 50 kilos por cabeza de pérdida en feedlot y de 15 a 20 kilos en animales en pastoreo, durante uno a dos meses de curso clínico de la enfermedad.

Estos datos ponen de manifiesto la importancia del buen manejo a la hora de ingresar una tropa al establecimiento y de conocer el ciclo de vida del parásito para aprovechar sus puntos débiles al momento de los tratamientos.

“Ahora, muchos productores están volviendo a bañar, aggiornando antiguas instalaciones o haciendo nuevas, porque si la práctica está bien hecha los animales se curan”, aseveró.

Conociendo al enemigo  

El parasito vive siempre en la piel del bovino y mientras se va reproduciendo elimina sustancias que producen una reacción alérgica que, a su vez, deriva en las lesiones características de la enfermedad.

   
¿Por qué es importante conocer el ciclo de vida? “Para hacer el doble baño en tiempo y forma, con intervalos precisos, es la única manera de cortar ese ciclo. Y resulta  clave para capacitar al personal del campo de modo que todos entiendan lo que están haciendo”, respondió.

Tras la copulación, aparecen los huevos, el único estadio en que los productos antisárnicos no matan al enemigo. De ahí salen las larvas, que luego mudan a ninfa hembra o macho. Todo este ciclo se cumple en 10 a 12 días, aunque la hembra tarda dos a tres días hasta llegar a ninfa púber y el macho, cinco días.

“La biología nos regala esta demora que nosotros vamos a utilizar para establecer el intervalo entre tratamientos”, indicó.

El primer baño se aplica el día uno y, como se dijo, muere todo menos los huevos. “Pero como hay algunos huevos de eclosión más tardía, el día 4 o 5 aparecen otras larvas. Y a lo mejor éstas no sucumben porque el poder residual de la droga utilizada no es tan prolongado y se convierten en hembras púber. En tanto, ¿qué pasó con los machos? Como tardaron más en aparecer, no los matamos en el primer baño y pueden copular a esas hembras tardías”, advirtió.

   
Así las cosas, “si hacemos un segundo baño a los 10, 11 o 12 días, matamos todo lo que queda, no tenemos pares en cópula, no hay más huevos. Se logra un control excelente. ¿De inmersión o de aspersión? Es exactamente lo mismo”, consideró.

En cambio, “si ese segundo baño se demora y en vez del día 12 se aplica el día 14, 15, 17, ahí le damos tiempo a que aparezca un macho, copule a una hembra y ponga huevos, que de nuevo resultarán indemnes. Así fracasamos en la estrategia de controlar la sarna”, previno.

“En definitiva, invertimos en sanidad, tratamos a los animales, pero la enfermedad reaparece”, enfatizó Prieto, detallando que esto es hoy algo frecuente a campo. La principal causa es que los productores no están familiarizados con los baños, demoran en consultar al veterinario y hasta utilizan productos no aprobados por SENASA para tal fin.

Otro motivo de reinfestación “se ve en establecimientos que bañan solo los animales con síntomas clínicos, cuando una vez diagnosticado el problema, es indispensable tratar a todos. El parásito puede estar latente, oculto en pliegues vulvares, en el interior de las orejas y demás”, resaltó.

   
Por otra parte, “si usamos un inyectable, que tiene mayor poder residual, con una solo aplicación es suficiente. ¿Por qué? todos los huevos que no son destruidos inicialmente mudan al estadio siguiente, a larvas o ninfas, y ahí sí mueren porque la droga sigue actuando en sangre. Entonces se corta el ciclo. ¿ivermectina o doramectina? a criterio del veterinario”, señaló.

 ¿Cuál es el mejor momento para hacer tratamientos? La mayoría de los casos clínicos se ven en otoño, invierno, cuando los animales están en menores condiciones físicas, con estrés térmico y pelaje más largo. “Todo esto favorece al parásito que prefiere vivir en esta época del año y no cuando hace calor y tiene que luchar contra la deshidratación”, comentó.vaca bañandose

Sin embargo, subrayó: “la mejor estrategia es controlar la sarna en verano porque tenemos pocos ácaros y si encima le caemos con un buen tratamiento el éxito está asegurado”.

Para finalizar, Prieto se refirió al dilema que se plantea en estos días en algunas zonas: ¿Hay que convivir o erradicar la sarna? “Aun en el contexto actual, con el crecimiento de casos, lo más importante es la firme decisión del productor de erradicarla de la mano del veterinario. Es posible aprender a gestionar la problemática junto al personal de campo en forma eficaz”, destacó.

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