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Cambios y optimismo

Tras haber tocado fondo, cierra un año con una estabilidad macroeconómica que permite a las empresas presupuestar y planificar sus actividades.

campo26/12/2024 valorcarne
carne dibujo
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Si bien los precios de la carne no acompañaron, la ganadería mostró decisión y firmeza para responder a los desafíos de los mercados. Avanzar en eficiencia y mejorar los resultados es el deseo de Valor Carne para 2025.

    Luego de una emisión monetaria que empujó a una inflación sin techo, un nuevo Gobierno impulsó un programa económico disruptivo, no aplicado en décadas, renovando el optimismo de la ganadería. Al haberse despejado riesgos de intervencionismo y superada la sequía extrema, la cadena cárnica supo aprovechar desde la disponibilidad forrajera a la libertad para exportar y pudo enfrentar mejor la caída del consumo.

Uno de las primeros cambios fue dejar atrás cupos, trabas y prohibiciones para embarcar los "cortes preferidos por el consumidor” (asado, falda, matambre, tapa de asado, nalga, paleta y vacío), vedados desde 2021 y en largas ocasiones entre 2005 y 2015. Esto contribuyó a que las industrias colocaran cada corte en su mejor destino, a pesar de los bajos precios internacionales, evitando la saturación del mercado interno, ante la desafiante retracción del poder adquisitivo de la gente. Así las cosas, si bien el consumo bajó a 48,2 kg/ha/año, sigue siendo uno de los más altos del mundo.

En agosto de 2024 se sumó la eliminación de los derechos de exportación para la carne de vacas y la reducción del 25%, a 6,75%, para la de las demás categorías.

 Si bien la medida fue recibida con beneplácito, desgravar sólo las vacas, aun cuando representan más de la mitad de los embarques, implica una distorsión en el mercado. Los cortes de novillos son los de mayor valor y, por lo tanto, los más atractivos para el fisco, pero la regulación pone en desventaja a la categoría más escasa y la más capaz para aumentar la producción y el peso medio de faena, tal como ocurre en otras ganaderías. Liberar a las exportaciones de este resabio intervencionista va más allá del resultado económico de las empresas, hace a la eficiencia del rodeo nacional.

¿Qué sucedió con la faena? En 2024 totaliza 13,8 millones, 6% menos que en 2023, en línea con la oportunidad de mantener los animales a campo que brindó el pasto. Destaca la tendencia a la baja en hembras, señal de las expectativas favorables a pesar de que el precio real del novillo de consumo es 11% inferior al de 2023.

   
Un verdadero hito son las exportaciones, las 935 mil tec de este año son 12% más altas que las de 2023 y récord absoluto en 100 años. A pesar de los derechos de exportación, el atraso del tipo de cambio y los precios internacionales 11% menores que en los últimos ocho años, se embarcó el 30% de la producción, un número históricamente alto que dio un respiro ante el alicaído mercado interno. Y más aún hubo saltos en los envíos a EE.UU, donde se colocaron 13 mil toneladas por fuera de la cuota, pese al 27% de aranceles, muestra de la competitividad del sector.

En síntesis, la dinámica consumo-exportación de la ganadería resultó una fortaleza que permitió sortear mejor la retracción de la economía argentina, del 3% en 2024, contribuyendo a atenuar la caída de resultados, bastantes veces negativos, de muchas empresas del sector.

Los protagonistas

Esta consistencia responde a la tenacidad y la innovación de toda la cadena cárnica, algo que a lo largo del año reflejamos en las distintas ediciones de Valor Carne y hoy tomamos algunos ejemplos.

   
Empezando por el aprovechamiento del pasto, un productor de Lobería, Buenos Aires, Miguel Ángel Barsottini, con 50 ha y 90 vacas Angus, cambió su estrategia hace siete años y cuadriplicó la producción de carne. Dejó atrás la continua siembra de verdeos, que implicaba degradación de suelos, y adoptó pasturas perennes y rejuvenecimientos con nutrición e intersiembras para prolongar su vida útil, logrando 550 kg/MS/ha. De la mano de la INTA y técnicos privados, mide el stock de forraje cada 15 días y de acuerdo a eso planifica el pastoreo, las reservas y la suplementación. Así vende teneros al destete con 250 kg y, en este 2024, llegó los 460 kg de carne/ha.

En tanto, en el Chaco húmedo, con un planteo silvopastoril de 2.500 ha que incluye un 30% de monte nativo, Pedro Landa duplicó la producción de carne, sin tocar un solo árbol. Implantó especies megatérmicas, que pastorea en parcelas chicas, con cambio diario, a veces por hora, y desteta 700 terneros Brangus de 150 kg para hacer novillos de exportación. Otro logro es que el INTA Saénz Peña midió el stock de carbono de sus suelos y encontró que aumenta, año a año, sobrepasando el promedio regional. Un caso emblemático en momentos en que la Unión Europea busca prohibir la carne importada proveniente de áreas deforestadas.

En otro orden, una medida anunciada desde un comienzo por el Gobierno fue la identificación individual obligatoria de los animales, a partir de 2025, aunque no deja de resultar llamativo que se brinden gratuitamente caravanas electrónicas a todas las empresas ganaderas.

Más allá de la normativa, desde pequeños criadores a feedlots de escala hace tiempo empezaron a aprovechar la herramienta para obtener beneficios productivos y económicos.

   
Un grupo de productores hizo el seguimiento individual de 10 mil vientres y en cuatro años pasaron del 60 al 84% de preñez, con apoyo del INTA Curuzú Cuatiá en la gestión de los datos.

Ignacio Martínez Álvarez, con 800 madres Angus y Brangus, es uno de ellos. Desde que utiliza chips fue seleccionando las vacas con cría que se preñan sin ayuda. Sabe que, si hubo que ayudarlas con la tablilla o con destete precoz, esa preñez es cara, porque hay que darle de comer al ternero. Por eso va dejando las más fértiles y además de mejorar el índice reproductivo, el 80% de los terneros son cabeza de parición. Antes vendía 180 terneros machos, la mayoría de destete precoz y ahora 280, casi todos sin ayuda, el negocio es diferente.

El feedlot dio un paso más. Ignacio Calderón de “El 29”, una empresa con capacidad para 22 mil cabezas, propias y de hotelería, adoptó la caravana electrónica hace seis años y desarrolló una app para gestionar los datos desde la manga y actualizar la ficha de cada animal en tiempo real. O sea, si sucede algo en un corral, se digitaliza al instante y se puede ver en una pantalla desde la oficina para tomar decisiones y mejorar la eficiencia. El campo lleva una trazabilidad como la de una fábrica, pero con productos vivos.

La industria sectorial también empezó a aprovechar la libertad para importar. Tras un 2023 con trabas y falta de acceso a dólares que complicaban la reposición de equipos para faena, Enrique Kelly, de Jarvis, una empresa norteamericana con planta en la Argentina, brinda un nuevo panorama. Desde abril trabajan con normalidad y aunque no esperan una explosión de inversiones, hay firmas que se ponen al día y otras que compran frigoríficos y buscan modernizar noqueadores, descornadores, sierras para dividir reses, entre otros.

   
Un ejemplo en esa línea es el Frigorífico Pilotti de La Pampa. En los últimos tres años, con más de 20 carnicerías de marca propia y exportando cortes de alta calidad, amplió la capacidad de faena, mediante una inversión de USD3 millones. Ahora apuntan a China y a la Unión Europea para crecer en volumen y en márgenes mediante la integración consumo-exportación.

Valor Carne también avanzó como medio de comunicación referente en el sector. Actualmente, con 45.000 suscriptores, de los cuales 35 mil son ganaderos que responden por 25 millones de cabezas, casi la mitad del stock nacional, nuestras notas se comparten tranqueras adentro movilizando el interés de técnicos, científicos, industriales y analistas de mercado. 

Volviendo al marco nacional, de cara al próximo año, pensamos se esperan buenos horizontes en la medida que, con un escenario de estabilidad, libertad y transparencia, la cadena cárnica pueda encontrar en la eficiencia y la sustentabilidad la necesaria mejora de los resultados económicos.

Agradecemos a los productores, los especialistas y las empresas que nos acompañan y les deseamos un Feliz Año Nuevo. Que la ganadería exprese su potencial es el deseo de Valor Carne para 2025.

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