
Javier Milei volvió al país con una lista de asuntos pendientes que le impuso Washington. El respaldo de la Casa Blanca calmó por un rato los mercados, pero abrió un pliego de exigencias: reconstruir la gobernabilidad y demostrar que tiene muñeca política para avanzar con las reformas estructurales que desde hace tiempo reclama el Fondo Monetario Internacional.