PREGONANDO PREGONANDO

Dependecia digital en niños: un problema que puede agravarse en vacaciones

Pediatras advierten que el uso excesivo de dispositivos y redes sociales genera impactos preocupantes en la salud mental, el rendimiento escolar y los vínculos sociales. Se puede profundizar durante el receso invernal por la mayor disponibilidad de tiempo. La SAP remarca sobre la necesidad de límites y acompañamiento familiar

15/07/2025pregonandopregonando
niño celular
niño celular

La sobre exposición a dispositivos digitales se convirtió en una constante en la vida cotidiana de niñas, niños y adolescentes.Con la llegada de las vacaciones y el aumento del tiempo libre, este fenómeno puede intensificarse, favoreciendo el uso excesivo de pantallas sin supervisión ni límites claros. Un reciente comunicado de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) advierte sobre el aumento sostenido de la dependencia digital, y especialistas señalan cómo la sobreestimulación que provocan las pantallas afecta el desarrollo cerebral, la atención y los vínculos afectivos.

 Desde la SAP afirman que la dependencia digital en la infancia y adolescencia sigue creciendo, alimentada por la publicidad, la influencia de celebridades y la promoción constante a través de redes sociales y medios masivos. “Cada vez con mayor frecuencia, los pediatras recibimos en las consultas niños, niñas y adolescentes con problemas relacionados con el uso inapropiado de la tecnología”, alerta el documento, que detalla síntomas como falta de atención, alteraciones en la memoria, bajo rendimiento académico, ansiedad, aislamiento social y comportamientos problemáticos.

 Una encuesta realizada por UNICEF y UNESCO en 2025 sobre 5.910 jóvenes argentinos de entre 9 y 17 años reveló que el 95% tiene celular propio con acceso a internet, el 94% consume contenidos por streaming, y el 79% juega videojuegos diariamente o casi todos los días. Además, el 46% reconoce tener un uso problemático de la tecnología.


La sobreestimulación que impide concentrarse

 La psicóloga Cecilia Castillo advierte que la exposición continua a pantallas genera un fenómeno de sobreestimulación sensorial que afecta directamente al desarrollo neurológico. “Nuestro cerebro está expuesto a constantes señales de movimiento, de luz, de sonido, todo de manera instantánea y casi sin descanso. Esto preocupa mucho, especialmente porque hablamos de cerebros en pleno desarrollo”, explica.

En la primera infancia, esta sobrecarga de estímulos impacta en la corteza prefrontal, que regula la atención. “Esta zona está inmadura al nacer y necesita tiempo para desarrollarse. Pero al presentarle estímulos que no requieren espera, como los de las pantallas, se dificulta el aprendizaje de la atención sostenida y de la espera, algo que luego se traduce en problemas de conducta”, afirma Castillo.

 
Cambios de humor, aislamiento y desinterés

 Entre los signos de alerta más frecuentes por el uso problemático de pantallas, la SAP enumera la irritabilidad, los cambios de humor repentinos, la pérdida de interés en actividades extracurriculares, el deterioro del rendimiento escolar y el aislamiento progresivo. En casos más severos, pueden aparecer síntomas físicos como insomnio, cefaleas o alteraciones del apetito, además de cuadros de ansiedad y depresión.

 El comunicado de la SAP expresa que “en la adolescencia hay una mayor sensibilidad a la gratificación instantánea y un menor control de los impulsos. Esto incrementa el riesgo de desarrollar conductas repetitivas vinculadas a la tecnología”. Las redes sociales y videojuegos activan circuitos de recompensa cerebral que generan placer inmediato y refuerzan el uso compulsivo.

 Uno de los desafíos actuales es la dificultad de las familias para establecer límites. “Muchas veces los padres desconocen cómo funciona la tecnología y sienten una enorme necesidad de saber cómo acompañar. Hay un mensaje contradictorio: el celular ayudó a vincularse en pandemia, pero ahora reemplaza vínculos reales”, señala Castillo.

 
Recomendaciones para acompañar y prevenir

 Desde su experiencia clínica, Cecilia Castillo remarca la importancia de acompañar el uso de redes sociales en adolescentes. Señala que es fundamental fomentar el uso de funciones que promuevan vínculos saludables, como el apoyo emocional o el compañerismo en línea, para contrarrestar los efectos más nocivos de la exposición constante.

 Además, destaca que durante la adolescencia temprana, entre los 10 y 14 años, debería mantenerse una supervisión activa de parte de los adultos. Esa presencia debe implicar revisión de contenidos, conversaciones regulares y orientación, aunque respetando gradualmente las necesidades de privacidad que aparecen con la edad. A medida que los jóvenes adquieren competencias digitales, puede incrementarse la autonomía, siempre dentro de un marco de contención.

 Para reducir el daño psicológico, también considera imprescindible denunciar, minimizar y eliminar el acceso a contenidos que promuevan conductas de riesgo para la salud, como autolesiones, violencia o trastornos alimentarios, que suelen circular de forma camuflada o naturalizada en redes sociales.

 Castillo también advierte sobre ciertos indicadores que pueden revelar un uso problemático de las redes. Entre ellos, menciona situaciones en las que los adolescentes siguen conectados incluso cuando desean dejar de hacerlo, o cuando reconocen que las redes interfieren con sus responsabilidades cotidianas. También es común que dediquen esfuerzos excesivos para no perder el acceso, pasen más tiempo del que planearon en línea, o mientan para seguir conectados

 

Línea de ayuda:
Línea 141 (SEDRONAR): servicio nacional gratuito, anónimo y disponible las 24 horas, todos los días del año, para orientación, contención y acompañamiento en problemas de consumo, incluyendo la dependencia digital.
 
Compartí esta nota:

Lo más visto
gonzalo osvaldo rodrigo mortola

Condena para el primer funcionario macrista

pregonando
Policiales22/08/2025

El exinterventor en la Administración General de Puertos (AGP) durante la gestión presidencial de Mauricio Macri se convirtió en el primer funcionario condenado judicialmente que formó parte de la administración PRO, de óptima relación con los tribunales de Comodoro Py. Gonzalo Osvaldo Rodrigo Mórtola, de él se trata, fue sentenciado a seis meses de prisión en suspenso por el delito de incumplimiento de deberes de funcionario público, en una causa sobre un fraude al Estado por más de un millón de dólares perpetrado en 2016.