Las mineras, la justicia y el Estado provincial creen que la opinión pública es estúpida
– La subestimación de la inteligencia hacia otro ser humano es un defecto irremediable de la clase dominante o del poder político, económico y financiero de este país y da la sensación de que todos somos estúpidos, menos los que manejan los recursos, dirigen la política, la justicia, nos gobiernan o son elegidos para representarnos como pueblo.