53 DE AGOSTO, ESCRIBIÓ EL MAESTRO.

53 de agosto que sienten los maestros, los enfermeros, los policías, y los jubilados; la gente que trabaja o que ha trabajado toda su vida.
53 de agosto, en el que nada alcanza, en el que todos se empeñan, en el que todos o la gran mayoría, sobrevive como puede.
53 de agosto, en el que la sociedad pone de manifiesto la supervivencia con lo que tiene en la alacena.
53 de agosto, en el que muchos han dejado de tomar los medicamentos básicos, porque comprarlos no pueden...
53 de agosto en el que, como siempre e indefectiblemente, pierden los que menos tienen...
53 de agosto, en el que el hartazgo social no discrimina color de bandera, porque se ve a la nuestra; a la más importante de todas en trizas y olvidada en excusas, mezquindades, odios y resentimientos...
53 de agosto que se siente en todos los bolsillos de una clase media que supo ser, antes de caer definitivamente en la pobreza.
53 de agosto que duele y enferma aún más a los condenados a la ignorancia y a la miseria.
53 de agosto, en el que mi amada Argentina no puede liberarse de los corruptos de siempre; ďe esos que hoy tienen soluciones para todo, pero que ayer nomas se robaban hasta el aliento...
53 de agosto, en el que el pueblo sigue siendo víctima de los avatares políticos y de las decisiones de dos o tres que lo condenan a muerte.
53 de agosto, en el que la mafia sigue a pesar de las condenas...
53 de agosto, en el que el gremialismo en todas sus facetas, sigue dándo lástima, siendo cómplice del poder o contra permanente de quien les recuerda sus deberes.
53 de agosto, en el que "la biblia y el calefón" van de la mano, proponiendo candidatos para lo que sea...
53 de agosto, en el que el pueblo aún sigue creyendo y apostando por un cambio, por una solución, por una respuesta y por un alto al fuego, al piedrazo, a la destrucción, al robo, a la extorsión, y al "Sálvese quien pueda".
No es 53 de agosto, pero bien podría serlo...
53 de agosto, en el que pocos se esfuerzan por buscar trabajo, y los que lo hacen, se chocan con requisitos imposibles de cumplir y mucho menos de acreditar en sus currículum.
53 de agosto, en el que muchos se mal acostumbraron a la dádiva, a la asistencia perpetua, a la trampa del político con el dinero y los recursos ajenos.
53 de agosto, en el que todos han creado su kiosquito en las redes...
53 de agosto, en el que si alguien se duerme, aparece en un stand de feria...
53 de agosto, en el que todo y todos se venden...
53 de agosto, en el que si les preguntas a los chicos, qué quieren ser cuando sean grandes, te responden tiktokeros, youtubers, influencer, etc, nunca maestros, enfermeros, policías, médicos...
53 de agosto que duele en un Congreso de la Nación, que hace mucho dejó de ser Honorable...
53 de agosto que duele en una Justicia lenta con los ojos vendados y con las manos atadas...
53 de agosto que duele en la figura y en los roles de los que fueron y son las máximas autoridades de una nación, que se está muriendo de hambre.
53 de agosto que duele en la falta de respeto, de responsabilidad y de empatía con que las grandes mayorías piensan y viven la vida indiferentes del prójimo.
53 de agosto, en el que repugna el oportunismo, la demagogia, la mentira y el relato...
53 de agosto, en el que no les creo nada a los que ayer tuvieron la oportunidad de cambiar la realidad a tantos Argentinos y no lo hicieron, al contrario se rieron del pueblo, lo encerraron, lo empobrecieron...
Los mismos que ayer nomas se rieron de los jubilados, de los discapacitados, del Garrahan, de los periodistas, de las víctimas de abuso, de la mujeres golpeadas, de nuestra fuerzas armadas y hasta de los maestros...
Viernes 53 de agosto, escribió el maestro.
Perdónenme la extension, es que los 53 días de cada mes y todo lo que ello conlleva, lo ameritan...